
Muchos idiomas, un solo espÃritu
En GREMC, nuestro culto refleja la belleza y diversidad del pueblo de Dios. Desde cantar "Tú eres Yahvé" hasta alzar la voz en "Alelouya, alelouya, ou bon pou mwen", desde declarar "Tú mereces la gloria" hasta fluir en "Como un terre altérée", nuestros servicios fusionan idiomas, culturas y corazones en un solo sonido alegre. Cada transición es fluida, guiada por el EspÃritu y llena de alegrÃa, creando una atmósfera donde todos, sin importar su origen, pueden encontrar la presencia de Dios. No es solo música, es un vistazo del cielo en la tierra.

Entrega y renovación
Con las manos alzadas en alabanza y la cabeza inclinada en señal de rendición, entramos en un momento de transformación y renovación. En ese espacio sagrado, el cielo toca la tierra. La adoración se convierte en algo más que música: se convierte en un encuentro personal donde el quebrantamiento encuentra la sanación, y los cansados encuentran plenitud. Aquà es donde las vidas cambian, no por la actuación, sino por la presencia de Dios.

Sonido de Edificación
Se levantan voces talentosas, no para aplaudir, sino para edificar a la congregación.
En GREMC, creemos que cada voz ungida por Dios tiene un propósito: elevar, animar y guiar al pueblo de Dios a su presencia. Nuestra adoración no se trata de una actuación, sino de edificación, donde cada canción se convierte en una herramienta de sanación, unidad y progreso espiritual.

Voces de los redimidos
Cabezas inclinadas hacia atrás, ojos cerrados, perdidos en la presencia de Dios.
En ese momento sagrado, las familias de los redimidos se levantan para guiar a la congregación, no como intérpretes, sino como adoradores que conocen el poder de la gracia. Sus voces y posturas reflejan corazones entregados, guiando a otros hacia una atmósfera donde fluye la sanación, se renueva la esperanza y el cielo toca la tierra. Juntos, guÃan no solo con voz, sino con espÃritu.

Manos que juegan, corazones que alaban
Musicians play and praise—not just with skill, but with spirit.
At GREMC, every note played and every chord struck becomes an offering of worship. Our musicians don't just perform; they minister. With hearts aligned to heaven, they lead the congregation into deeper encounters with God, blending sound with surrender and melody with meaning. It’s praise in motion—where music becomes a vessel of transformation.

Cuerdas de alabanza
Los dedos que tocan los acordes de la melodÃa amplifican las voces de adoración.
Detrás de cada cántico elevado al cielo hay manos que se mueven fielmente sobre las teclas y las cuerdas, manos que llevan el ritmo del avivamiento. Estos músicos sirven como base de la alabanza, dando fuerza a cada voz que se eleva. Su armonÃa no solo sustenta el sonido, sino que profundiza el encuentro, animando el ambiente y anclando a la congregación en la adoración.

Grace at Work Among Us
Dentro del edificio se reconstruye la gente.
Corazones que antes estaban cansados se restauran, mentes que antes estaban dispersas encuentran paz y espÃritus que antes estaban desfallecidos se fortalecen, todo mediante la invisible pero innegable corriente espiritual de la presencia de Dios. Fluye a través de cada canción, cada palabra, cada oración, renovando silenciosa pero poderosamente al pueblo de Dios. GREMC no es solo un lugar de reunión; es un lugar de transformación, donde los quebrantados son sanados y los débiles fortalecidos por el EspÃritu del Dios vivo.
Testimonial
"Entré cansado y pesado, pero salgo con claridad, fuerza y una profunda sensación de que Dios me encontró aquÃ".
